MENA Migrant Health: Un proyecto que busca mejorar la atención sanitaria de las personas migrantes
Publicado el 26/09/2024
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«No creo que vaya a volver a Sudán a corto plazo. No hay seguridad. No hay futuro». Eman Elafef, farmacéutica sudanesa con estudios de posgrado en salud pública y estudiante de doctorado en la University of Gezira de Sudán y la Universitat de Barcelona, afronta una situación que a una parte del mundo le es completamente ajena, pero que afecta a millones de personas en el planeta: renunciar a vivir en el lugar en el que han crecido y en el que todavía viven sus familias por razones de seguridad, de pobreza y falta de empleo o de persecución política o religiosa, entre otros factores.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 84 millones de personas en el mundo son migrantes forzosos, es decir, han sido desplazadas de sus hogares de forma involuntaria. Los refugiados y los migrantes forman uno de los grupos de población más vulnerables, y su situación, señala la OMS, es un factor clave en su salud y su bienestar.
Eman Elafef trabaja para cambiarlo, para mejorar la salud de la población migrante en Oriente Medio y África del Norte (MENA, por sus siglas en inglés). Y lo hace como estudiante de doctorado en el marco del proyecto internacional MENA Migrant Health, que cuenta con apoyo de la Fundación ”la Caixa” a través del programa Investigación en Medicina y Salud Global – Movilidad, una iniciativa conjunta con otras tres fundaciones europeas: la Fundación Nordisk (Dinamarca), el Wellcome Trust (Reino Unido) y la Fundación Volkswagen (Alemania).
El proyecto se inició en 2022 y continuará hasta 2025 bajo la coordinación del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y en consorcio con cinco instituciones internacionales: la University of London (Reino Unido), la Office National de la Famille et de la Population – ONFP (Túnez), el Blue Nile National Institute For Communicable Disease – BNNICD (Sudán), la Fondation Cheikh Khalifa lbn Zaid (Marruecos), la Badr University (Egipto), Médecins du Monde (Bélgica) y Maroc Solidarité Médico-Sociale (Marruecos).
En el marco del proyecto, Eman está desarrollando una herramienta digital innovadora para poder efectuar el seguimiento de enfermedades infecciosas y sus complicaciones a largo plazo. Puede que su vida nos hable de conflictos y de migraciones, pero también nos cuenta una historia de superación y de búsqueda de soluciones.
La importancia de mejorar la salud de los migrantes
Eman sigue realizando su doctorado para la University of Gezira de Sudán como parte del proyecto MENA, pero hace tiempo que ya no vive en su país, afectado por una serie de conflictos durante las últimas décadas que llevaron a la división de su territorio original en dos Estados en 2011. Ahora, Sudán está inmerso en una guerra civil desde el 15 de abril del año pasado. «Tuve que mudarme a Egipto para poder continuar con mis estudios. Toda mi familia sigue todavía en Sudán», explica Eman.
«Antes del conflicto, tenía un punto de vista diferente sobre la salud de los migrantes. Ahora que yo misma soy refugiada, me enfrento también a todos los desafíos que tienen los migrantes en términos de salud», añade. Según la investigadora, existen barreras de todo tipo para acceder a los servicios de salud de los países que acogen a los migrantes, desde financieras y legales hasta lingüísticas y políticas. Además, muchos sufren enfermedades infecciosas para las que no encuentran tratamiento en los lugares de acogida, por lo que su salud y su bienestar empeoran.
La propia Eman conoce de cerca los efectos de las enfermedades infecciosas, ya que sufre parálisis flácida aguda debido a la poliomielitis, una enfermedad que hoy está cerca de ser erradicada en todo el mundo, según la OMS. «Tuve polio hace 31 años. Desarrollé una discapacidad y tuve que enfrentarme a muchas dificultades por esta enfermedad. Pero eso también me ha motivado a tratar de controlar las enfermedades infecciosas en mi país y en otros países, y de prevenir su impacto en otras poblaciones», señala. «Con mi doctorado espero ayudar a establecer indicadores de enfermedades infecciosas y a desarrollar nuevas políticas con respecto a la salud de los migrantes».
Imagen del proyecto MENA Migrant Health
Uno de los objetivos del proyecto MENA Migrant Health es precisamente promover una red de investigadores e instituciones comprometidas a seguir trabajando en la salud de los migrantes más allá del ámbito temporal del proyecto. Para ello, financia y apoya a dos investigadores posdoctorales y a seis estudiantes de doctorado que, como Eman, cuentan con el apoyo de sus supervisores y con la coordinación científica del proyecto para llevar a cabo la investigación sobre el terreno.
La ciencia al servicio de la salud global
Como parte de su investigación dentro del proyecto MENA, Eman está desarrollando una herramienta digital —Migrant Health Country Profile Tool (MHCP-t)— que informará a los profesionales de la salud y a los responsables de políticas sobre cómo monitorear y responder eficazmente a las necesidades de salud de los migrantes en la región de Oriente Medio y África del Norte. El objetivo es que sea útil para múltiples enfermedades infecciosas y otras patologías clave, así como para la cobertura de vacunación. «Esta herramienta digital está diseñada para optimizar la recopilación y el seguimiento de datos, y la vigilancia de enfermedades, incluida la COVID-19. Su implementación proporcionará acceso a una base de datos sin precedentes, facilitará las comparaciones entre países y transformará la prestación de servicios y la formulación de políticas en torno a la migración y la salud», explica Eman. «Utilizando esta información junto con el trabajo de campo complementario, estableceremos indicadores para cada una de las enfermedades, lo que nos permitirá monitorear y controlar futuras pandemias».
La herramienta, elemento central del proyecto MENA Migrant Health, permite cotejar datos sanitarios de las personas migrantes referidos a múltiples enfermedades y a la cobertura de vacunación procedentes de los sistemas de información sanitaria establecidos en cada país y de otras fuentes, como registros nacionales, proyectos de investigación o datos recogidos por ONG. El proyecto también pretende indagar acerca de si las políticas de salud de estos países tienen en cuenta las particularidades de la población migrante, incluido su acceso a los servicios de salud, para mejorar las políticas de salud pública.
Migrant Health Country Profile Tool se puso a prueba inicialmente en Marruecos, Túnez y Sudán para después ampliar su foco a Libia, Argelia, Egipto y Yemen. En cada país se están efectuando actividades con diversos grupos de participantes, que incluyen a personas migrantes y a personas afectadas por enfermedades como la tuberculosis, el VIH, problemas de salud mental, enfermedades crónicas no transmisibles o malaria, para conocer su percepción sobre la asistencia sanitaria. También se llevan a cabo discusiones grupales con el personal de ONG y sanitarios del sistema público que trabajan directamente con la población migrante.
«Decidí unirme al proyecto MENA Migrant Health porque me gustaría ayudar a mejorar el bienestar de la población, en especial el de grupos vulnerables como los migrantes», explica Eman. «Creo firmemente que este proyecto contribuirá de manera significativa a mejorar la salud de los migrantes en el futuro y estoy emocionada y agradecida por todo el apoyo que he recibido en el marco de esta iniciativa».
[English]
MENA Migrant Health: A project that aims to improve healthcare for migrants
“I don’t think I’ll be returning to the Sudan in the short term. There’s no safety. There’s no future”. Eman Elafef, a Sudanese pharmacist with postgraduate qualifications in public health who’s studying for a doctorate at the University of Gezira in Sudan and Barcelona University, is facing a situation which is completely unfamiliar for one part of the world but actually affects millions of people on the planet: namely, giving up the place where they were brought up and where their relatives still live for reasons of poverty, a lack of safety or work, or because of political or religious persecution, among other factors.
According to the World Health Organisation (WHO), 84 million people in the world have been forcibly displaced; i.e. forced from their homes against their will. Refugees and migrants are among the most vulnerable members of society and the WHO points out that migration is a key determinant of health and well-being.
Eman Elafef is working to change this situation, to improve the health of migrants in the Middle East and North Africa (MENA). And she’s doing this while studying a doctorate as part of the international project known as MENA Migrant Health, which is supported by ”la Caixa” Foundation through the Mobility – Global Medicine and Health Research programme, an initiative together with another three European foundations: the Novo Nordisk Foundation (Denmark), the Wellcome Trust (United Kingdom) and the Volkswagen Foundation (Germany).
The project was set up in 2022 and will continue until 2025, coordinated by the Barcelona Institute for Global Health (ISGlobal) and in a consortium with five international institutions: the University of London (United Kingdom), the ONFP (Tunisia), the Blue Nile National Institute (Sudan), the Fondation Cheikh Khalifa lbn Zaid (Morocco), Badr University (Egypt), Médecins du Monde (Belgium) and Maroc Solidarité Médico-Sociale (Morocco).
As part of this project, Eman is developing an innovative digital tool to monitor infectious diseases and their complications over the long term. Her life may have been full of conflict and migration but it’s also an example of how to overcome difficulties and search for solutions.
The importance of improving migrant health
Eman is still carrying out her PhD for the University of Gezira in Sudan as part of the MENA project but she hasn’t been able to live in her own country for some time now as it’s been affected by a series of conflicts over the past few decades, leading to the original territory being split into two states in 2011. Now Sudan has been immersed in a civil war since April last year. “I had to move to Egypt in order to continue my studies. My whole family is still in Sudan”, Eman explains.
“Before the conflict, I had different views regarding migrant health. Now that I myself am a refugee, I also have to face the same challenges faced by migrants in terms of health”, she adds. According to the researcher, there are all kinds of barriers to accessing the healthcare services provided by the countries that host migrants, ranging from financial and legal hurdles to linguistic and political problems. Moreover, a lot of migrants suffer from infectious diseases for which there is no treatment available in their host country, aggravating their health and well-being.
Eman knows only too well the potential effects of infectious diseases as she suffers from acute flaccid paralysis due to polio, an illness that, today, has almost been eradicated worldwide according to the WHO. “I had polio 31 years ago. I became disabled and had to overcome a lot of difficulties due to the illness. But it has also motivated me to try to control infectious diseases in my country and in other countries and to prevent its impact on other populations”, she notes. “With my doctorate, I hope to help establish indicators of infectious diseases and to develop new policies related to migrant health”.
Image from the MENA Migrant Health project
One of the aims of the MENA Migrant Health project is precisely to promote a network of researchers and institutions committed to continuing the work on migrant health beyond the project’s temporary timescale. To this end, it funds and supports two postdoctoral researchers and six doctoral students like Eman, who are helped by their supervisors and the project’s scientific team to carry out research in the field.
Science at the service of global health
As part of her research within the MENA project, Eman is developing a digital tool —Migrant Health Country Profile Tool (MHCP-t)— which will inform healthcare practitioners and policymakers on how to effectively monitor and respond to migrants’ health needs in the Middle East and North Africa region (MENA). The aim is for the tool to be applicable to multiple infections and other key diseases, as well as vaccination coverage. «This digital tool is designed to optimise the collection and tracking of data and the surveillance of diseases, including COVID-19. Once implemented, it will provide access to an unprecedented database, will make it easier to compare countries and will transform the provision of services and formulation of policies related to migration and health», explains Eman. “By using this information, together with complementary work in the field, we’ll be able to establish indicators for each disease, enabling us to monitor and control future pandemics”.
A key part of the MENA Migrant Health project, the tool can collate migrants’ health data on multiple diseases and vaccination coverage, collected from the health information systems set up in each country as well as other sources, such as national registers, research projects and data gathered by NGOs. The project also aims to investigate whether the health policies of these countries take the particular aspects of migrants into account, including their access to healthcare services, in order to improve public health policies.
Initially, the Migrant Health Country Profile Tool was tested in Morocco, Tunisia and Sudan, before being rolled out to Libia, Algeria, Egypt and Yemen. Activities are being carried out in each country with various groups of participants to determine how they perceive the healthcare available, including migrants and people affected by diseases such as tuberculosis, HIV, mental health problems, non-communicable chronic diseases and malaria. Group discussions are also held with NGO personnel and public health practitioners who deal directly with migrants.
«I decided to join the MENA Migrant Health project because I’d like to help improve the well-being of people, especially vulnerable people such as migrants», Eman explains. «I firmly believe this project will make a significant contribution to improving migrant health in the future and I’m excited and grateful for all the support I’ve received as part of this initiative».