Las vacunas, una historia de investigación y esperanza
Publicado el 27/04/2020
En 1876, en la Inglaterra rural, el médico Edward Jenner desarrolló la primera vacuna. El nombre de estos fármacos, que desde entonces han salvado cientos de millones de vidas, deriva de la vaca. El motivo es que Jenner creó esta primera vacuna a partir de la infección de la granjera Sarah Nelmes por viruela vacuna. Gracias a ella, la OMS declaró la erradicación de la viruela humana en 1980, dejando atrás sus devastadores efectos: a finales del siglo XIX, la viruela mataba al 10 % de la población inglesa y durante el siglo XX causó la muerte de unos 300 millones de personas en el mundo.
Desde entonces, el creciente número de vacunas y las estrategias mundiales de inmunización sistemática han logrado poner en jaque a una decena de enfermedades y reducir el impacto de muchas otras. Cada año son millones la vidas que se salvan, también las de personas que no pueden vacunarse, gracias a la inmunización contra enfermedades infecciosas. Pero no solo la mortalidad sigue disminuyendo en todo el mundo, también lo ha hecho el gasto sanitario asociado a estas enfermedades.
Con motivo de la Semana Mundial de la Inmunización, queremos poner en valor los esfuerzos que lleva a cabo la comunidad científica para fortalecer nuestro sistema inmunitario. Conscientes de su importancia, en la Fundación ”la Caixa” promovemos la investigación clínica, los estudios epidemiológicos y las campañas de vacunación, con el objetivo de reforzar los sistemas inmunitarios de todas las personas, especialmente de poblaciones vulnerables. La inmunización nos proporciona una solución óptima para los retos de salud global como al que ahora nos enfrentamos por el virus SARS-CoV-2.
Hace poco impulsamos una convocatoria exprés del programa CaixaImpulse para identificar nuevos enfoques terapéuticos que nos permitan luchar contra la COVID-19. Pero nuestro compromiso con las vacunas empezó mucho antes y es mucho más amplio. En colaboración con centros de investigación y hospitales, y también con la administración, hemos creado centros dedicados específicamente a desarrollar estrategias para combatir las enfermedades infecciosas más agresivas.
En ISGLobal, además de llevar a cabo investigación clínica para el desarrollo de nuevas vacunas y fármacos que permitan inmunizarnos mejor, se diseñan campañas internacionales de vacunación. ISGlobal es uno de los centros que lidera la Alianza Empresarial para la Vacunación Infantil, un programa creado en 2008 por la organización internacional Gavi y la Fundación “la Caixa”, con el objetivo de promover la inmunización infantil en países en vías de desarrollo y que salvan millones de vidas cada año.
En este contexto, ISGlobal ha participado en el desarrollo de la primera vacuna contra la malaria, la RTS,S, y en los ensayos clínicos en algunas zonas endémicas de esta enfermedad provocada por el parásito Plasmodium y transmitida por la picadura del mosquito Anopheles, mayoritariamente en África. Los colectivos más afectados son las mujeres embarazadas y los niños de corta edad. “Esta vacuna estimula la generación de respuestas inmunológicas contra una proteína que se expresa en las formas del parásito que son inyectadas por el mosquito e infectan el hígado. Si se evita la infección del hígado, el parásito ya no llega a la sangre”, nos cuenta el investigador ICREA Alfred Cortés, de ISGLobal. “De momento, ha demostrado una eficacia de entre el 30 y el 50 %, según el grupo de edad. Se necesitarán bastantes años para poder evaluar cómo contribuye a la salud infantil en estos países. Al no tener una efectividad próxima al 100 %, al igual que muchas otras vacunas, necesitamos otras aproximaciones para erradicar la malaria”.
En el caso de IrsiCaixa, que cumple este año 25 años, el foco de trabajo es el virus VIH, causante del sida. Este centro ha tenido un papel fundamental en conseguir que la enfermedad se haya convertido en crónica para todos los pacientes que pueden recibir tratamiento antirretroviral, cosa que actualmente ya sucede en el 50 % de los infectados. El conocimiento acumulado ha convertido a este centro en líder mundial en el desarrollo de estrategias de inmunización, no solo para combatir enfermedades infecciosas, sino también para prevenir y tratar diferentes tipos de cáncer.
Tanto el ISGlobal como IrsiCaixa están también liderando ensayos clínicos para terapias contra la COVID-19. La esperanza de volver a una vida normal, o por lo menos a una nueva normalidad, y de acabar con las muertes de esta enfermedad sigue creciendo, pero también las incertidumbres.
Como apuntaba Cortés, la dificultad en la investigación sobre vacunas no es solo lograr la inmunización, sino lograr estas sean totalmente eficaces. Otra, incluso más determinante, es la limitación de los recursos disponibles. Mientras la carrera por la vacuna para acabar con la epidemia de COVID-19 se acelera, son muchos los que temen no solo no lograrlo al 100 %, sino también cuáles serán sus efectos en otras enfermedades. Los problemas en la distribución de vacunas, por el cierre de fronteras y otras limitaciones en el transporte, podrían dejar este año a 14 millones de niños sin inmunizar. Además, queda por ver si los fondos de investigación en salud a escala global van a crecer, o sencillamente se van a redistribuir, disminuyendo por lo tanto los esfuerzos contra otras enfermedades.
En este contexto, los programas de ayudas a la investigación de ”la Caixa”, por ejemplo, seguirán impulsando la investigación en enfermedades infecciosas. Porque la inmunización no es solo imprescindible en la infancia, es un proceso importante a lo largo de toda la vida. Las enfermedades infecciosas, muchas veces, son imprevisibles: pueden aparecer en cualquier momento y en cualquier lugar, con distintos grados de virulencia. Una de las más letales, la provocada por el virus del Ébola, tuvo su mayor brote epidémico entre 2014 y 2016. Desde entonces, la investigación clínica –fundamental para conocer mejor la biología de los agentes patógenos y la respuesta inmunitaria que provocan– sigue muy activa entre las prioridades de investigación en este campo. Este es el caso del proyecto de Carmen Gil, del Centro de Investigaciones Biológicas (CIB-CSIC), llamado StopEbola, que desarrolla fármacos antivirales capaces de bloquear la entrada del virus en las células humanas. Para hacerlo cuenta con la apoyo del programa Investigación en Salud de la Fundación “la Caixa”, que en otoño de este año abrirá una nueva edición con una inversión de 15 millones de euros.