Tres generaciones. Cuatro preguntas para el futuro
Publicado el 07/11/2018
Post de la Obra Social ”la Caixa”
Bajo el lema “Preguntas para el futuro”, el pasado 5 de noviembre tuvo lugar en los servicios centrales de la Fundación Bancaria ”la Caixa” (FBLC) la ceremonia de entrega de Becas y Ayudas a la Investigación y la Innovación 2018. El acto galardonó a 75 proyectos de excelencia dentro de diferentes programas de la FBLC a los que se han destinado, en conjunto, 26 millones de euros.
Concretamente, se entregaron las 30 becas de postdoctorado Junior Leader, que persiguen atraer y retener talento en centros de investigación españoles. Así mismo, también se entregaron las 25 ayudas de la Convocatoria de Investigación en Salud para proyectos de excelencia en biomedicina que abordan enfermedades con un alto impacto social y económico. Finalmente, también se entregaron los diplomas de los 20 proyectos seleccionados por CaixaImpulse, que promueve la traslación al mercado de productos o servicios surgidos de la investigación en biomedicina. El programa se lleva a cabo junto con Caixa Capital Risc y cuenta con el apoyo del consorcio europeo de innovación en salud EIT Health.
A raíz de la ceremonia, hemos conversado con cuatro investigadores galardonados que pertenecen a tres generaciones diferentes con el objetivo de captar qué preguntas motivan su investigación.
¿La genética de las células de la sangre representa un riesgo importante para las enfermedades cardiovasculares?
Valentí Fuster, de 75 años, es director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) de Madrid y director del Cardiovascular Institute y Physician-in-Chief del Mount Sinai Medical Center de Nueva York. Fuster lidera un proyecto de la Convocatoria de Investigación en Salud que, basándose en los genomas de 2.000 individuos, estudiará la relación existente entre el progreso de la enfermedad cardiovascular y las mutaciones genéticas. “Cuando nuestro organismo detecta una sustancia nociva en su interior, como puede ser una bacteria o el colesterol, un proceso inflamatorio trata de eliminarla. Sin embargo, ciertas mutaciones genéticas hacen que el sistema de reparación se torne dañino.” El objetivo de su proyecto es determinar qué factores provocan las mutaciones responsables de que el proceso inflamatorio traicione al organismo.
Valentí Fuster.
¿Las infecciones óseas crónicas se pueden tratar con una solución en un solo paso?
Susana Sousa, de 56 años, es investigadora del Instituto Nacional de Engenharia Biomedica (INEB), Universidade do Porto. Su investigación se focaliza en el estudio de la osteomielitis crónica, una infección ósea cuyo tratamiento conlleva múltiples intervenciones quirúrgicas, posibles complicaciones y un fuerte impacto para los pacientes que las sufren. “La osteomielitis afecta alrededor de cuatro millones de personas cada año y las principales causas son las úlceras diabéticas en el pie, las prótesis y las fracturas.”
Sousa es responsable del proyecto HECOLCAP de CaixaImpulse, que trabaja para ofrecer una solución eficiente para erradicar la infección y estimular la regeneración ósea. “Nuestra tecnología permite, en una única intervención, la aplicación de antibiótico y la introducción de una matriz que permitirá la regeneración celular del tejido óseo”. De esta forma, “reducimos el tiempo de recuperación, el coste económico y el sufrimiento de pacientes y familiares.”
¿Podemos entender la metástasis en tumores de próstata?
Arkaitz Carracedo, de 39 años, es investigador del CIC bioGUNE y responsable de un proyecto seleccionado en la Convocatoria de Investigación en Salud. “El objetivo de nuestra investigación es identificar los factores que empujan a un tumor de próstata a ser metastático”, comenta. “Entendiendo estas propiedades, esperamos poder detectar el tumor antes y tratarlo de manera más eficiente.”
Uno de cada seis hombres es diagnosticado de cáncer de próstata. La mayoría responde de manera positiva al tratamiento, pero cerca del 20 % sufrirá la reaparición del tumor y lo más probable es que acabe siendo un cáncer metastático. “Este proyecto nos brinda la oportunidad de mostrar que no todos los cánceres son iguales y que no es una enfermedad como otras, sino que es una enfermedad de enfermedades. Tenemos que entenderla de manera individualizada.”
¿Las nanopartículas nos pueden ayudar a seleccionar tratamientos mejores?
Valle Palomo tiene 32 años y es investigadora postdoctoral del Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC con una beca Junior Leader ‘Retaining’. Su investigación se centra en la comprensión de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad neurodegenerativa que afecta a las motoneuronas. “Nuestro objetivo es intentar entender los mecanismos moleculares de la ELA para poder encontrar fármacos eficientes para tratarla”, explica Palomo.
Mediante nanopartículas bioluminiscentes, “queremos ver qué está pasando dentro de cada motoneurona y qué es lo que está funcionando mal en el ámbito proteico para que acabe muriendo”, añade la investigadora. Este método podría servir para identificar nuevos biomarcadores, tanto para detectar la enfermedad como para estudiar su progresión, y también observar a escala molecular si un determinado tratamiento para la ELA está funcionando o no.
De izquierda a derecha: Valle Palomo, Susana Sousa y Arkaitz Carracedo.
Filantropía en investigación e innovación
Todos los participantes han coincidido en destacar la importancia de cualquier iniciativa de apoyo a la ciencia, la investigación y la generación de conocimiento, como es el caso de los tres programas de la FBLC protagonistas de la citada ceremonia. De acuerdo con Fuster, “el éxito de una investigación depende de tres aspectos fundamentales: la creatividad, el liderazgo y la financiación”. Y añade, “el papel de la Obra Social ”la Caixa” es crucial para la ciencia. Se trata de la fuente de subvención a la investigación más importante que tenemos en España, y la competitividad es equivalente a la que hay en las becas gubernamentales. La financiación debe provenir de muchas fuentes, pero siempre con un proceso de selección crítico que asegure que la investigación que se subvenciona sea de alta calidad.” Y, según concluye Carracedo, “una iniciativa de financiación como esta abre una nueva ventana al desarrollo de ideas ambiciosas y arriesgadas”.