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¿Por qué investigamos?

Publicado el 20/01/2022

A lo largo de la vida, nuestro corazón late unos 2.500 millones de veces y nuestras células se dividen más de 10.000 billones de veces. Son cifras estratosféricas que nos hablan de la complejidad del cuerpo humano, y también de las muchas oportunidades de que algo falle. Porque la enfermedad es terca, y nos pone a prueba una y otra vez. 

Gracias a la investigación biomédica, hemos logrado que muchas personas vivan más y con mejor calidad de vida. Las historias que lo demuestran son muchas. Está la de Jordi, que con los tratamientos antirretrovirales para el sida disfruta de una vida no muy diferente a la de sus amigos; o la de Begoña, que aprendió a tocar el saxo después de lo que creyó que era un diagnóstico letal por cáncer. También están las historias de los alumnos de una clase de primaria que están aprendiendo qué comer para que su corazón siga latiendo con fuerza cuando sean mayores. 

Sin embargo, son todavía millones las personas que cada año mueren prematuramente a causa del cáncer, de enfermedades cardiovasculares o de una infección. Y siguen aumentando los pacientes con enfermedades neurodegenerativas, que no solo se convierten en dependientes, sino que incluso pueden olvidar quiénes son. 

Estos son los nombres de las grandes enfermedades del siglo xxi. Y nuestro objetivo es ambicioso: conseguir que los pacientes sean menos, y que sus historias sigan brillando tras la enfermedad. Es por todos ellos por quienes investigamos.

 

Investigamos para erradicar las enfermedades infecciosas

«Cuando empecé a investigar para una persona con VIH, era prácticamente imposible tener una vida normal», comenta María Salgado, investigadora de IrsiCaixa, pionera de los tratamientos contra el sida y coautora del segundo caso de remisión del VIH a partir del trasplante de células madre, el llamado paciente de Londres

Con la creación de IrsiCaixa en 1995 e ISGlobal en 2010, dos centros de referencia internacional en la investigación en salud, la Fundación ”la Caixa” apostó por entornos científicos innovadores que han contribuido a convertir el sida en una enfermedad crónica o a disminuir las infecciones por malaria,  entre muchos otros proyectos de éxito.

En octubre de 2021, la OMS recomendaba la primera vacuna contra la malaria, en cuyo desarrollo participó ISGlobal. Con una eficacia de solo el 30 % en la prevención de casos graves en niños, la vacuna es ya un hito en la lucha contra este parásito, que infecta a 290 millones de personas cada año. 

En la mente de todos está el éxito de las vacunas contra la covid-19. «Debemos mantener el sentido de urgencia y aplicarlo a enfermedades como la malaria», comentaba Regina Rabinovich, directora de la Iniciativa de Eliminación de la Malaria de ISGlobal.

Investigamos porque, en palabras de Pedro Alonso, director del Programa Mundial de Malaria de la OMS, «las enfermedades infecciosas siguen determinando la historia de la humanidad». 

 

Investigamos para frenar las enfermedades cardiovasculares 

Las enfermedades cardiovasculares causan una de cada tres muertes en el mundo. Por eso muchos las llaman la pandemia silenciosa del siglo xxi. Y si algo nos ha demostrado la investigación, es que podemos evitar una gran número de ellas. 

Desde el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), su director Valentí Fuster lidera uno de los mejores equipos del mundo en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades del corazón. Pero su reto personal es lograr un cambio de paradigma en su abordaje, porque «sabemos menos sobre la salud que sobre las enfermedades», comenta. Para ello, en 2010 creó la Fundación SHE, que cuenta con el apoyo de la Fundación ”la Caixa”, para incidir en las nuevas generaciones y empoderarles en relación al impacto en la salud de sus decisiones en materia de alimentación, actividad física o consumo de drogas en nuestra salud. 

De hecho, la mortalidad por enfermedades cardiovasculares ha vuelto a crecer en los últimos años debido al aumento de la obesidad, que va camino de convertirse en otra pandemia a escala global. Para atajarla, Miguel Antonio López, del Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CiMUS), trabaja también en diversos proyectos de investigación contra la obesidad: «Si logramos entender qué alteraciones favorecen la obesidad, podremos intervenir para prevenirla, o incluso curarla».

 

Investigamos para impedir el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas

Los factores ambientales también son claves en el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas. Más allá de la prevención, desde 2012, el Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC), de la Fundación Pasqual Maragall, impulsado desde sus inicios por la Fundación ”la Caixa”, investiga nuevas terapias que puedan frenar la aparición del alzhéimer y en técnicas para detectar la enfermedad mucho antes de que los pacientes manifiesten síntomas.. «Todavía no tenemos fármacos que modifiquen el curso de la enfermedad», comenta Arcadi Navarro, director del BBRC. Y añade: «Hasta ahora la ciencia no ha fallado. Necesitamos más y mejor ciencia».

El alzhéimer, la más frecuente de las enfermedades neurodegenerativas, afecta actualmente a más de 30 millones de personas, y según estimaciones de la OMS esta cifra alcanzará los 150 millones en 2050. «No es un problema únicamente científico, sino también social. El coste de la enfermedad se estima en unos 30.000 euros anuales por familia», dice Navarro.

 

Investigamos para desarrollar los mejores tratamientos contra el cáncer 

El 40 % de los casi 10 millones de muertes por cáncer anuales podrían evitarse. Aun así, los errores en la división celular son inevitables. Además, el cáncer es una enfermedad de extrema heterogeneidad, con mecanismos tumorales que parecen dotados de inteligencia, ya que responden tanto a las barreras del propio sistema inmunitario como a las de los tratamientos más avanzados. Así llega la metástasis, y el desarrollo tumoral se acelera y coloniza otros órganos. 

«Necesitamos terapias personalizadas. Por eso, conocer los mecanismos moleculares subyacentes al tumor es fundamental para ganarle poco a poco la batalla», explica María Jesús Vicent, del Centro de Investigación Príncipe Felipe. 

Muchos hablan ya de prevenir la metástasis y cronificar el cáncer. «Lo hemos hecho con otros tumores que eran letales, como el de mama. Y lo lograremos con el cáncer de páncreas», comenta María Abad, quien en el Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) investiga el que es el más mortal de los tumores. 

Precisamente, el desarrollo de nuevas terapias es el foco de la Unidad de Investigación de Terapia Molecular del Cáncer (UITM) – CaixaResearch del VHIO. Con la rápida traslación de los avances en investigación, persigue dar una nueva oportunidad a pacientes para quienes los tratamientos actuales no son la solución. En 2020, en plena pandemia, la UITM alcanzó cifras récord, tratando a más de 1.200 personas en ensayos clínicos para nuevos fármacos contra el cáncer.

 

Investigamos para dar una solución a cada paciente

¿Por qué investigamos? Investigamos porque conociendo mejor cada enfermedad y a cada paciente podemos mejorar la salud y el bienestar de millones de personas. Con el programa CaixaResearch de la Fundación ”la Caixa”, además del apoyo estructural a centros de investigación, concedemos ayudas competitivas a distintos proyectos de investigación e innovación que desarrollan distintos equipos de centros punteros de España y Portugal. En su conjunto, la inversión en investigación y salud asciende a 66 millones de euros anuales, con más de 330 investigadores que lideran los proyectos vinculados a nuestro programa. 

Y seguiremos sumando talento a este equipo, con nuevas convocatorias y el nuevo centro CaixaResearch Institute, que con el foco en la investigación preclínica y traslacional aportará nuevas soluciones para las enfermedades más graves y extendidas a nivel mundial.

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