Las mujeres en el sistema económico y social del futuro
Publicado el 02/11/2017
Imagen: «¿Qué entendemos por ciencia?», «¿Qué entendemos por tecnología?», en una actividad escolar. Fotografía: Ana M. González Ramos / Proyecto Gentalent.
Post de Ana M. González Ramos, investigadora sénior de la Universitat Oberta de Catalunya; profesora asociada de la Universitat Autònoma de Barcelona; licenciada en Sociología y doctora en Estadística e Investigación Operativa; subdirectora de la revista Sociología y Tecnociencia; miembro de la Junta de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT-CAT).
El progreso de los países depende de la plena incorporación de las mujeres en los sectores de empleo más dinámicos e innovadores
La igualdad no es únicamente una cuestión legal, sino de oportunidades entre las personas. Hemos avanzado mucho en materia de género desde un punto de vista legal, estableciendo un contexto de igualdad social y laboral. Pensemos que hace unas décadas no veíamos a mujeres conduciendo autobuses, cuando hoy en día es habitual. En los años veinte del siglo pasado, por ejemplo, las mujeres podían estar cualificadas para ejercer una profesión, pero no la desempeñaban porque eran excluidas de su ejercicio por razones legales o sociales. Pilar Careaga, la primera mujer ingeniera de España, se graduó en industriales e hizo las prácticas como maquinista en la Compañía Norte de Ferrocarriles, pero posteriormente no ejerció la profesión.
Imagen: Cartel creado en una escuela: «Benvingudes dones (i homes) científiques» [Bienvenidas mujeres (y hombres) científicas]. Fotografía: Ana M. González Ramos / Proyecto Gentalent.
En la actualidad, solo un 20% de las niñas eligen una carrera tecnológica, a pesar de que las tasas de empleo en estas carreras son de las más altas. En la pasada crisis, el porcentaje de trabajadores permaneció estable y las condiciones laborales se mantuvieron en estas profesiones. En 2030, se estima que el 85% de los empleos actuales no existirán y que, en cambio, las profesiones tecnológicas irán en aumento, pues serán imprescindibles para desarrollar las tareas fundamentales del momento. Las especialidades referidas a inteligencia artificial, internet de las cosas, gestión de los datos electrónicos, cultura adaptada a las nuevas experiencias y ciencia avanzada serán las encargadas de responder a las cuestiones más relevantes, como el cuidado, las nuevas enfermedades, las relaciones sociales y el consumo. Por ello, las mujeres no pueden ser ajenas a este contexto, sino que también deben participar en el diseño del sistema económico y social del futuro. Por ejemplo, a las mujeres se les atribuye un mayor interés por encontrar soluciones tecnológicas adaptadas al respeto al medio ambiente o el bienestar común, mientras que los hombres están más asociados al alcance de soluciones de grandes retos y el éxito personal.
Por otra parte, las mujeres que se han incorporado al mercado laboral se encuentran con obstáculos para promocionarse y ocupar posiciones de poder y visibilidad. Esta situación no es exclusiva del sector tecnológico: en las escuelas donde la mayoría de los docentes son maestras, la dirección es ocupada habitualmente por un hombre. En el caso de la tecnología, se solapan las dos brechas de género: las mujeres ni representan un porcentaje equilibrado de género en las categorías intermedias e inferiores, ni están en los puestos de responsabilidad en las instituciones.
Así, las chicas no encuentran otras mujeres con las que identificarse, hecho que las animaría a elegir estas profesiones y las empoderaría en la búsqueda de metas de satisfacción profesional. Las escasas mujeres en esas posiciones se vuelven heroínas, aunque, como dicen ellas mismas, son personas normales que hacen su trabajo, se preocupan por sus trabajadores y cuidan de sí mismas y sus familias.
Estas cuestiones las hemos trabajado en el proyecto RecerCaixa «GENTALENT: incorporando, reteniendo y promocionando el talento de las mujeres en el sector ocupacional de las tecnologías», cuyo objetivo ha sido combinar la investigación fundamental sobre la problemática de las mujeres ocupadas/trabajadoras en el sector de la tecnología y la innovación social con el fin de fomentar un impacto en las estructuras y personas involucradas.
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