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Las experiencias tempranas de la vida. ¿Vulnerabilidad o resiliencia?

Publicado el 23/11/2016

El 70% de las enfermedades mentales adultas se inician en etapas tempranas

Post de Roser Nadal, investigadora del Instituto de Neurociencias de la Universidad Autónoma de Barcelona (INC-UAB) y profesora del Departamento de Psicobiología y Metodología de las Ciencias de la Salud (UAB).

Foto: B-DEBATE // Jordi Cabanes

Las experiencias tempranas que se extienden desde la etapa prenatal hasta el final de la adolescencia dejan una fuerte huella en nuestro sistema nervioso en formación y refinamiento. Esto tiene consecuencias a largo plazo sobre nuestra conducta y cognición en la etapa adulta, y afecta nuestra vulnerabilidad o resiliencia a desarrollar varios tipos de psicopatologías.

Se calcula que el 70% de las enfermedades mentales adultas se inician en etapas tempranas y, dado el elevado coste económico y social que suponen estos trastornos, la prevención y el tratamiento durante estas etapas se convierten en un problema de salud pública con implicaciones que trascienden la investigación básica en neurociencias y psicología y se extienden a otros ámbitos como la educación, la sociología y la política. Los estudios del Foro Económico Mundial señalan que en el año 2030 las enfermedades mentales supondrán un impacto económico superior al de la diabetes, el cáncer y las enfermedades pulmonares juntas. De todos los trastornos mentales, la depresión es uno de los que tiene más incidencia. De hecho, el 11% de los adolescentes puede desarrollar una depresión hacia los 18 años y el 8% de los adolescentes puede presentar trastornos de ansiedad entre los 13 y los 18 años.

Para tratar retos con implicaciones tan amplias como los de la salud mental se requiere una integración de datos en humanos y en modelos animales y un abordaje multidisciplinar como el propuesto en el B-DEBATE, iniciativa de Biocat y la Obra Social «la Caixa», celebrado los pasados 25 y 26 de octubre en CosmoCaixa con el título «Early Life Experiences. Vulnerability or Resilience?». La propuesta, liderada por el Instituto de Neurociencias (INc) de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), contó con la colaboración de la CORE de Salud Mental-UAB , el Instituto de Investigación de la Vall d’Hebron y el Institute for the Study of Affective Neuroscience (University of Haifa).

Foto: B-DEBATE // Jordi Cabanes

El debate, muy enriquecedor, permitió encontrar sinergias entre los diferentes investigadores presentes, tanto nacionales como internacionales, de diversas disciplinas. Las jornadas, cuyos líderes científicos fuimos el Dr. Adolf Tobeña (INc y Departamento de Psiquiatría de la UAB ) y yo misma, estaban divididas en cuatro bloques. En el primero se trataban las consecuencias a largo plazo de las experiencias tempranas estresantes negativas. En el segundo se hacía referencia a ciertas experiencias que pueden resultar positivas, como las conductas parentales adecuadas, la estimulación temprana o la exposición a determinadas situaciones de estrés adaptativo. La siguiente sesión estaba dedicada a tratar el efecto que puede suponer la exposición a psicofármacos o drogas durante estas etapas. Finalmente, el último bloque exploraba uno de los mayores retos de la neurociencia actual: cómo, mediante mecanismos epigenéticos, el impacto de ciertas intervenciones tempranas se puede transmitir a través de generaciones.

Seguramente, las discusiones que se establecieron servirán a corto plazo para diseñar nuevos estudios y a largo plazo para mejorar la calidad de vida de los niños y los adolescentes que están en riesgo de desarrollar alguna psicopatología y la de sus familias. En definitiva, los resultados del encuentro nos pueden ayudar a construir una sociedad mejor para todos.

Más información

B-DEBATE «Early Life Experiences. Vulnerability or Resilience?»

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Categoría:

Investigación

Tema:

bdebate