Endometriosis, la gran olvidada
Publicado el 05/12/2024
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Dolor intenso durante la menstruación, molestias en las relaciones sexuales, problemas de fertilidad. Quizá para algunas personas estos síntomas resulten lejanos, casi abstractos. Sin embargo, para 190 millones de mujeres en todo el mundo son parte de su día a día. Se trata de la endometriosis, una enfermedad crónica muy heterogénea, sobre la que sabemos muy poco y cuyo impacto va más allá de lo físico, pues afecta profundamente a la calidad de vida de quienes la padecen.
Aunque los científicos aún no han logrado comprender los mecanismos biológicos que hay detrás de esta enfermedad, acuñada popularmente como «la gran olvidada», en los últimos años ha comenzado a recibir la atención que merece. «Las pacientes son quienes más han influido en el conocimiento de la enfermedad en la sociedad y, hoy en día, contamos con más médicos especializados, unidades dedicadas y líneas de investigación que apuntan en esta dirección», señala el doctor Francisco Carmona, exjefe del Servicio de Ginecología, director de la Unidad de Endometriosis del Hospital Clínic de Barcelona y líder del proyecto ENDO-HEALTH.
Hoy, con su ayuda y la de María Luisa Sánchez Ferrer y Pilar Coy, María J. Macías y Laura Costas, ponemos en primer plano la endometriosis para que no vuelva a caer en el olvido.
¿Qué sabemos de la endometriosis?
Es una enfermedad crónica, sistémica e inflamatoria que afecta a mujeres en edad reproductiva y que depende de los estrógenos, las hormonas que preparan el aparato reproductor femenino para la ovulación y la fecundación. Es, como indica su nombre, una enfermedad relacionada con el endometrio, el tejido que recubre el útero por dentro y que en cada ciclo ovárico se prepara para facilitar un posible embarazo. Si no se produce ese embarazo, este tejido se desprende al final de cada ciclo menstrual y se expulsa con la regla.
Sin embargo, en las mujeres con endometriosis, un tejido similar al endometrial aparece en lugares fuera de la cavidad uterina. Según el área afectada se distinguen tres tipos: la ovárica, la más común; la peritoneal superficial, y la peritoneal profunda. «Esta última es particularmente compleja, ya que puede afectar a los órganos pélvicos, como el tubo digestivo y el resto del aparato genital y urinario, aunque en casos más avanzados puede extenderse a otros órganos», señalan María J. Macías, del IRB Barcelona, y Ramon Rovira, del Hospital Sant Pau.
Este tejido, aunque desplazado, sigue respondiendo a las mismas hormonas y se comporta como si estuviera dentro del útero, preparándose para un embarazo que nunca llega, lo que provoca inflamación, dolor e incluso lesiones. «El endometrio ectópico sigue el mismo ciclo, se descama y se desprende, pero en este caso no puede salir del cuerpo de manera natural», explica Carmona.
«Actualmente, los mecanismos biológicos subyacentes aún no se comprenden por completo, pero existen evidencias claras de alteraciones inmunológicas en las mujeres con endometriosis. Aunque no está claro si estas alteraciones son causa o consecuencia, lo que sí se sabe es que desempeñan un papel fundamental. No cabe duda», afirma.
Innovaciones en la detección de la endometriosis: menos espera, mejor diagnóstico
«La endometriosis no es una enfermedad difícil de diagnosticar», asegura Carmona. «Los síntomas son muy característicos, pero al afectar principalmente a una esfera tan íntima y específica de la vida de las pacientes, como la sexual y reproductiva, a menudo se normalizan y son aceptados en diferentes ámbitos: por la sociedad, por las propias pacientes y sus familiares, e incluso por médicos de familia y ginecólogos. Esta falta de conciencia social y la tendencia a normalizar los síntomas son factores clave que explican el retraso en el diagnóstico, que a menudo se confunde con el del colon irritable, la fibromialgia o la artralgia, caracterizados por dolor generalizado en músculos y articulaciones, además de fatiga, problemas de sueño y dificultad para concentrarse».
Francisco Carmona, investigador en el IDIBAPS-HCB.
El retraso promedio en el diagnóstico es de aproximadamente 10 años, aunque por suerte este intervalo se está acortando de forma progresiva.
Investigaciones como las de María Luisa Sánchez Ferrer y Pilar Coy, de la Universidad de Murcia, quienes están desarrollando un dispositivo poco invasivo para mejorar la detección del cáncer de endometrio, podrían facilitar también el diagnóstico de la endometriosis. «Existen estudios que demuestran que, tanto en los casos de endometriosis como en los de cáncer de endometrio, el perfil microbiótico del fluido uterino se altera. Con nuestro dispositivo, esta alteración de la microbiota sería más fácil de detectar, ya que la muestra sería más pura y de mayor volumen, además de que el procedimiento para obtenerla es menos incómodo que con los dispositivos actuales», explican. En la actualidad, el cáncer de endometrio se diagnostica a través del análisis del tejido obtenido en una biopsia endometrial que resulta dolorosa y que, debido a la escasez de la muestra recogida, proporciona un diagnóstico inexacto casi en el 55 % de los casos. El dispositivo diseñado ahora permite recolectar mediante capilaridad, de manera eficaz y poco invasiva, fluido uterino puro, sin contaminar.
María J. Macías está validando una herramienta basada en inteligencia artificial que integra diversos factores intrínsecos de la paciente con el objetivo de desarrollar planes de tratamiento personalizados para quienes padecen cáncer de endometrio. «Esperamos que esta herramienta tenga un impacto directo y positivo en la supervivencia de las mujeres con cáncer de endometrio y que mejore tanto su calidad de vida como la de sus familias. Además, al ofrecer más información, permitirá evitar tratamientos innecesarios en pacientes de bajo riesgo, lo que podría reducir los efectos adversos sobre su calidad de vida y la angustia emocional que a menudo conllevan». Este tipo de innovaciones basadas en inteligencia artificial podría, en el futuro, extenderse y adaptarse también a enfermedades como la endometriosis para mejorar la atención y el diagnóstico.
Pilar Coy, investigadora en la Universidad de Murcia.
El proyecto ENDO-HEALTH, liderado por Francisco Carmona cuenta con apoyo del Ayuntamiento de Barcelona y la Fundación ”la Caixa” en el marco de la convocatòria de subvencions per a projectes de recerca i innovació que ambas entidades impulsan conjuntamente. Tiene varios objetivos clave. El primero consiste en evaluar los costos derivados del retraso en el diagnóstico de la endometriosis dentro del sistema de salud. El segundo es desarrollar una herramienta digital que permita un seguimiento personalizado de todas las pacientes con endometriosis. «Esta plataforma, que permitirá monitorizar a las pacientes sin aumentar la carga de recursos del sistema, está avanzando a buen ritmo con un prototipo que esperamos tener listo a finales de noviembre», explica Carmona. El tercer objetivo del proyecto es generar un impacto en las escuelas. «Es esencial involucrar al alumnado de la ESO. Le explicamos la enfermedad y luego lo hacemos partícipe de un proyecto de ciencia ciudadana, en el que contribuye a ampliar el conocimiento sobre esta patología», concluye. Hasta la fecha, el proyecto ha llegado a cinco centros educativos, donde el alumnado ya está realizando investigaciones.
Nuevas alternativas terapéuticas
Una vez diagnosticada la enfermedad, el tratamiento se centra principalmente en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de la paciente. Lo más común es recurrir a analgésicos para controlar el dolor y a tratamientos hormonales, como las píldoras anticonceptivas, especialmente si la paciente no busca quedarse embarazada. «En ocasiones, el tratamiento anticonceptivo se administra de forma ininterrumpida para evitar que la paciente tenga reglas, y en los casos más graves es necesario utilizar fármacos que inducen un estado similar a la menopausia. Cuando el dolor no se controla hay que acudir a la cirugía para extirpar el tejido endometriósico procurando preservar en la mayor medida posible la estructura de los ovarios y el útero», explica María Luisa Sánchez Ferrer.
Maria J. Macías, investigadora en el IRB Barcelona.
En los últimos años, los tratamientos han mejorado y se están investigando nuevos enfoques, como la supresión de los mecanismos inmunitarios implicados en la enfermedad o los factores que permiten el crecimiento de los implantes de endometrio, entre otros muchos aspectos. Además, la intervención quirúrgica se considera la última opción y se elige con cuidado el momento idóneo para operar a las pacientes con el objetivo de preservar el útero y los ovarios. Esto permite mantener la fertilidad de la mujer si desea conseguir un embarazo. «En los últimos años han mejorado mucho la capacidad de diagnosticar la endometriosis y también la sensibilización, que tiene en cuenta aspectos transversales de la calidad de vida de la paciente. Lamentablemente, no se ha conseguido encontrar todavía ningún tratamiento que se considere curativo», añade María J. Macías.
Un enfoque integral
«La calidad de vida de las mujeres con endometriosis es significativamente más baja que la de aquellas que no la padecen», señala Carmona. «Por ello, el abordaje de esta enfermedad debe ser integral, considerando no solo los tratamientos médicos, sino también aspectos cruciales como la dieta, la rehabilitación física, la gestión del dolor, el apoyo psicológico y la salud sexual», añade María J. Macías.
Este enfoque holístico cobra especial relevancia al considerar los riesgos adicionales que la endometriosis puede acarrear. Un estudio publicado este año ha identificado una correlación entre los tipos más graves de la enfermedad y un mayor riesgo de desarrollar cáncer de ovario. «Desde un punto de vista epidemiológico, varios estudios han demostrado que la endometriosis se podría asociar al desarrollo de cáncer de ovario», explica Laura Costas, investigadora del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) que está desarrollando un método no invasivo para detectar el cáncer de endometrio a partir de muestras de orina.
Laura Costas, investigadora en el IDIBELL.
«Además, un reciente metaanálisis donde se revisaban investigaciones publicadas entre 2011 y 2021 sobre la relación entre la endometriosis y algunos tipos de cáncer, como el de mama y el de endometrio, sugiere que las mujeres con endometriosis podrían tener un mayor riesgo de desarrollar cáncer de endometrio. Sin embargo, los resultados son variados y algunos estudios presentan sesgos, lo que subraya la necesidad de más investigaciones de calidad en este ámbito», detalla la investigadora.
El camino hacia un mejor entendimiento de la endometriosis, un diagnóstico más temprano y una atención más adecuada pasa necesariamente por la investigación y la sensibilización social. Proyectos como los de María J. Macías, Francisco Carmona, María Luisa Sánchez Ferrer, Pilar Coy y Laura Costas están impulsando avances cruciales que sin duda mejorarán la vida de los millones de mujeres que conviven con esta enfermedad.
*Los proyectos de María J. Macías, Laura Costas y Pilar Coy cuentan con el respaldo del programa CaixaImpulse Innovación, diseñado para impulsar la transferencia de los resultados de la investigación del laboratorio a los pacientes, fomentando la creación de productos, servicios y empresas relacionados con las ciencias de la vida y la salud.
Endometriosis, the missed disease
Intense pain during menstruation, discomfort during sexual intercourse and fertility problems. Such symptoms may be unfamiliar to some people, almost abstract, but for 190 million women around the world they form part of their daily lives. They are due to endometriosis, a highly heterogeneous chronic illness about which very little is known but whose impact goes beyond the physical, profoundly affecting the quality of life of those suffering from it.
Although scientists have yet to get to grips with the biological mechanisms behind endometriosis, popularly known as the ‘missed disease’, in recent years it has begun to receive the attention it deserves. “Patients are the ones who have had the greatest influence on society’s knowledge of the disease and, today, we have more specialised doctors, dedicated units and lines of research focusing on this area” explains Dr. Francisco Carmona, former head of the Gynaecology Department, Director of the Endometriosis Unit at Hospital Clínic de Barcelona and leader of the ENDO-HEALTH project.
Today, with the help of María Luisa Sánchez Ferrer, Pilar Coy, María J. Macías and Laura Costas, we are putting endometriosis centre stage. So it will never be missed again.
What do we know about endometriosis?
It is a chronic, systemic, inflammatory disease that affects women of reproductive age and is dependent on oestrogen, the hormones that prepare the female reproductive system for ovulation and fertilisation. As its name suggests, it is a disease related to the endometrium, the tissue that lines the inside of the uterus and which, in each ovarian cycle, gets ready for a potential pregnancy. If pregnancy does not occur, this tissue is shed at the end of each menstrual cycle and expelled as part of the woman’s period.
However, in women with endometriosis, endometrial-like tissue appears in places outside the uterine cavity. Three types are differentiated, depending on the area affected: ovarian (the most common), superficial peritoneal and deep infiltrating peritoneal endometriosis. As pointed out by María J. Macías at IRB Barcelona and Ramon Rovira at Hospital Sant Pau, “the latter is particularly complex as it can affect the pelvic organs, such as the digestive tract and the rest of the genital and urinary apparatus, although in more advanced cases it can also spread to other organs.”
Although displaced, this endometrial-like tissue continues to respond to the same hormones and behaves as if it were inside the uterus, preparing for a pregnancy that never comes, thereby causing inflammation, pain and even lesions. “An ectopic endometrium follows the same cycle: it sheds and detaches but, in this case, it cannot be expulsed from the body naturally» explains Carmona.
“Currently, the underlying biological mechanisms are not yet fully understood but there is clear evidence of immunological alterations in women with endometriosis. Although it is not clear whether these alterations are the cause or effect, what is clear is that they play a key role. There is no doubt about it” she adds.
Innovations in detecting endometriosis: Less delay and better diagnosis
“Endometriosis is not difficult to diagnose» says Carmona. “The symptoms are very characteristic but, as it mainly affects such an intimate and specific sphere of the patient’s life, such as the sexual and reproductive sphere, it is often normalised and accepted at different levels: by society, the patients themselves, their relatives, even by family doctors and gynaecologists. This lack of social awareness and the tendency to normalise its symptoms are key factors behind the delay in diagnosis and it is often confused with irritable bowel syndrome, fibromyalgia or arthralgia, which typically present generalised pain in muscles and joints as well as fatigue, sleep problems and difficulties in concentrating”.
Francisco Carmona, researcher at the IDIBAPS-HCB.
The average time required to diagnose endometriosis is approximately 10 years, although fortunately this delay is gradually getting shorter
Research such as that carried out by María Luisa Sánchez Ferrer and Pilar Coy from the University of Murcia, who are developing a minimally invasive device to improve the detection of endometrial cancer, could also make it easier to diagnose. “Studies show that, both in cases of endometriosis and also endometrial cancer, the uterine fluid’s microbiotic profile is altered. With our device, this alteration in the microbiota is easier to detect, as the sample is larger in volume and purer, plus the procedure to obtain it is less uncomfortable than with current devices” they explain. Currently, endometrial cancer is diagnosed by analysing tissue obtained via an endometrial biopsy, which is painful and, due to the small sample size, provides an inaccurate diagnosis in almost 55% of cases. The device being designed uses a minimally invasive capillary system to collect pure, uncontaminated uterine fluid efficiently.
María J. Macías is validating an AI-based tool that integrates various intrinsic patient factors with the aim of developing personalised treatment plans for endometrial cancer patients. “We expect this tool to have a direct and positive impact on the survival of women with endometrial cancer, improving both their quality of life and that of their families. Moreover, by providing more information it will also help to avoid unnecessary treatments in low-risk patients, which could reduce the adverse effects on their quality of life and the emotional distress they often suffer. In the future, such AI-based innovations could also be extended and adapted to diseases such as endometriosis, improving both care and diagnosis.
Pilar Coy, researcher at the Universidad de Murcia.
The ENDO-HEALTH project, led by Francisco Carmona, is supported by the Barcelona City Council and «la Caixa» Foundation as part of the Research and Innovation subsidies program jointly promoted by both entities. It has several key objectives. The first is to assess the costs of delays in the diagnosis of endometriosis within the health system. The second is to develop a digital tool that enables the personalised monitoring of all patients with endometriosis. “This platform, which will enable patients to be monitored without increasing the burden on the system’s resources, is progressing at a good pace, with a prototype we hope to have ready by the end of November” explains Carmona. The project’s third objective is to have an impact on schools. “It is essential to involve secondary school students. We explain the disease to them and then involve them in a citizen science project, in which they help to increase our knowledge about this pathology” he concludes. To date, the project has been implemented in five schools, where students are already conducting research.
New alternative therapies
Once the disease has been diagnosed, treatment focuses primarily on relieving its symptoms and improving the patient’s quality of life. Most commonly, analgesics are used to control pain, as well as hormonal treatments such as contraceptive pills, especially if the patient is not hoping to become pregnant. “Sometimes contraceptive treatment is administered continuously to prevent the patient from having periods and, in the most severe cases, it is necessary to resort to drugs that induce a condition similar to menopause. When the pain cannot be controlled, surgery is required in order to remove the endometriotic tissue, whilst attempting to preserve the structure of the ovaries and uterus as much as possible” explains María Luisa Sánchez Ferrer.
Maria J. Macías, researcher at the IRB Barcelona.
Treatments have improved over the past few years and new approaches are being investigated, such as suppressing the immune mechanisms involved in the disease, as well as the factors that allow endometrial implants to grow, among many other aspects. In addition, surgery is considered a last resort and the timing of surgery is carefully chosen to preserve the uterus and ovaries. This means the patient will remain fertile in case she wishes to become pregnant. “In recent years, we have become much better at diagnosing endometriosis and raising awareness, taking into account all kinds of aspects regarding the patient’s quality of life. Unfortunately, as yet no treatment has been developed that can be considered curative” adds María J. Macias.
A comprehensive focus
Carmona points out that “the quality of life of women with endometriosis is significantly lower than that of women without endometriosis”. “Consequently, the approach we take must be comprehensive, considering not only medical treatments, but also crucial aspects such as diet, physical rehabilitation, pain management, psychological support and sexual health” adds María J. Macías.
This comprehensive approach becomes particularly relevant when considering the additional risks that endometriosis can entail. A study published this year has identified a correlation between more severe types of the disease and an increased risk of developing ovarian cancer. “From an epidemiological point of view, several studies have shown that endometriosis could be associated with the development of ovarian cancer” explains Laura Costas, a researcher at the Bellvitge Biomedical Research Institute (IDIBELL), who is developing a non-invasive method to detect endometrial cancer from urine samples.
Laura Costas, investigadora en el IDIBELL.
“In addition, a recent meta-analysis that reviewed research published between 2011 and 2021 on the relationship between endometriosis and other types of cancer, such as breast and endometrial cancer, suggests that women with endometriosis may have an increased risk of developing endometrial cancer. Nevertheless, the results are mixed and some studies are biased, highlighting the need for more quality research in this area” she notes.
The path towards a better understanding of endometriosis, earlier diagnosis and more appropriate care necessarily involves research and raising social awareness. Projects such as those carried out by María J. Macías, Francisco Carmona, María Luisa Sánchez Ferrer, Pilar Coy and Laura Costas are leading to crucial breakthroughs that will undoubtedly improve the lives of the millions of women living with this condition.
*The projects led by María J. Macías, Laura Costas and Pilar Coy are supported by the CaixaImpulse Innovation program. This initiative aims to bridge the gap between research and practical application by fostering the transfer of laboratory discoveries to patients. It promotes the development of products, services, and companies in the fields of life sciences and health.