En busca de nuevos tratamientos para la diabetes
Publicado el 14/11/2018
Post de la Obra Social ”la Caixa”
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en poco más de 30 años, el número de personas con diabetes se ha cuadruplicado. En 2014 había en el mundo 422 millones de personas diagnosticadas de esta enfermedad metabólica, que puede causar insuficiencia renal y accidentes cardiovasculares, entre otras complicaciones. La OMS prevé que la diabetes será la séptima causa de mortalidad en el mundo en 2030.
“La diabetes afecta cada vez a más personas, y esto es básicamente porque ha crecido mucho la incidencia de la diabetes de tipo 2 (DM2) que, a su vez, es consecuencia del aumento de la obesidad”, asegura Manuel Vázquez Carrera, catedrático de Farmacología, Toxicología y Química Terapéutica de la Universidad de Barcelona (UB). Normalmente, la DM2 aparece en la edad adulta y en principio no requiere terapia con insulina, pero a medida que la enfermedad progresa, los tratamientos con fármacos orales dejan de ser eficaces y hay que recurrir a las inyecciones subcutáneas de dicha hormona. Por esto, hay una necesidad importante para desarrollar nuevos fármacos orales.
“Nuestro organismo sintetiza de manera natural una proteína llamada FGF21, que tiene un potente efecto antidiabético. Diversas empresas están desarrollando análogos —una modificación de la proteína original— para combatir la DM2, pero no se pueden administrar por vía oral porque se destruirían en el estómago, así que tienen que administrarse por vía subcutánea”, explica el investigador de la UB.
Con el objetivo de encontrar una solución a esta problemática, Vázquez lidera el proyecto HRI activators, uno de los 20 seleccionados en la convocatoria de este año de CaixaImpulse. Él y su equipo han descubierto un nuevo fármaco que, a través de la activación de una enzima llamada HRI, provoca un aumento de los niveles endógenos de FGF21. “En animales de laboratorio ya hemos demostrado que es útil para reducir la hiperglucemia causada por la enfermedad y, además, se puede administrar por vía oral”, asegura.
Por otro lado, según Vázquez, “los análogos se han relacionado con efectos adversos, como el aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial, y posiblemente también osteoporosis”. El especialista considera que la aproximación terapéutica en la que trabajan podría evitar estos efectos secundarios. Por todo esto, este nuevo fármaco podría suponer una gran diferencia.
“Gracias a CaixaImpulse lo que haremos es desarrollar este fármaco, hacer una prueba de concepto y mejorar sus características farmacocinéticas”, afirma Vázquez. El objetivo final es dejar el producto listo para ser transferido a una compañía biotecnológica para que pueda llegar al mercado y, por tanto, a los pacientes.