El uso de las nuevas tecnologías para la telecomunicación y el ocio puede afectar el sueño de los adolescentes
Publicado el 14/03/2018
Post de Alba Cabré, investigadora predoctoral de ISGlobal
Post publicado conjuntamente en el blog Health Is Global y blog CaixaCiencia con motivo del Día Mundial del Sueño 2018, que se celebra el 16 de marzo
El sueño es una parte importante de nuestra rutina diaria. Nos pasamos un tercio de nuestro tiempo durmiendo. Pero, ¿por qué es tan importante? Una buena calidad del sueño es básica para conservar energía, promover el crecimiento y apoyar el desarrollo mental, en especial durante la infancia y la adolescencia. Además, un sueño adecuado es imprescindible para un funcionamiento óptimo durante el día y un perfecto bienestar. A pesar de esto, entre un 20% y un 40% de los adolescentes sufren de una mala calidad del sueño, hecho que se ha asociado con problemas de atención, problemas mentales, aumento de accidentes, obesidad y riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes. En ISGlobal, centro de investigación impulsado por la Fundación Bancaria ”la Caixa”, estamos llevando a cabo un estudio sobre la relación entre la calidad del sueño y el uso de nuevas tecnologías en las telecomunicaciones y el ocio.
Los patrones del sueño de los adolescentes están determinados por los cambios hormonales que se producen durante la pubertad, el estilo de vida (actividad física, hábitos alimentarios, consumo de alcohol y tabaco y uso de nuevas tecnologías, entre otros), factores sociales (hora de inicio de las clases, por ejemplo) y factores ambientales (como el ruido, la luz y la temperatura, entre otros). El uso de nuevas tecnologías para la telecomunicación y el ocio pasivas, como la televisión, o interactivas, como los ordenadores, los teléfonos móviles, las tabletas y las videoconsolas, ha aumentado significativamente las últimas décadas y se ha relacionado con una mala calidad del sueño en la adolescencia.
El uso de estas nuevas tecnologías puede estar afectando el sueño de la población al desplazar las horas de sueño. Miramos la televisión hasta bien tarde por la noche o en la cama y esto nos hace ir a dormir en horas más tardías, con lo que las horas de sueño disminuyen porque la mañana siguiente la alarma suena a la misma hora. Además, chatear por teléfono móvil con los amigos, mirar vídeos, conectarnos a las redes sociales o jugar a la videoconsola puede provocar una cierta excitación mental no indicada para conciliar el sueño de forma adecuada. Otro mecanismo que se ha descrito es que la sobreexposición a la «luz azul» que emiten los dispositivos electrónicos con pantalla puede ser peligrosa ya que altera nuestro ciclo de sueño/vigilia interfiriendo con la producción de la hormona melatonina y produciendo un estado de vigilia más prolongado. Recientemente, estudios experimentales han observado que los campos electromagnéticos de radiofrecuencia que emiten estos dispositivos podrían afectar las ondas cerebrales relacionadas con el sueño reconfortante.
El tiempo total que pasamos mirando una pantalla y el número de dispositivos que tenemos en nuestro dormitorio, siendo esto un indicador de mayor uso cerca de la hora de ir a dormir, se han asociado con una disminución de nuestra calidad del sueño. La televisión ha sido el dispositivo más estudiado hasta día de hoy y un mayor uso se ha relacionado con menos horas de sueño. En España, el 25% de los niños tiene teléfono móvil a los 10 años y un 94%, a los 15, lo que indica claramente que el uso del teléfono móvil sube drásticamente entre la infancia y la adolescencia. En el plano de la salud pública, esto es importante ya que deja en evidencia que intervenciones a edades tempranas para promover un buen uso de estos dispositivos pueden ayudar disminuir futuros problemas relacionados con un uso poco adecuado. La tecnología evoluciona muy rápido y se necesitan nuevos estudios continuamente para entender mejor cómo los dispositivos, y especialmente los dispositivos interactivos, afectan el sueño de los niños y los adolescentes.
Basándonos en lo que sabemos hasta día de hoy, es importante hacer un buen uso de los dispositivos electrónicos para fomentar una buena calidad del sueño siguiendo algunas recomendaciones:
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Reducir el uso de la televisión, el teléfono móvil, la tableta, el ordenador o la videoconsola unas horas antes de ir a dormir.
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Reducir el número de dispositivos de telecomunicación y ocio en el dormitorio.
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Usar protectores de pantalla en los dispositivos móviles de telecomunicación y ocio para reducir la exposición a luz azul.
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