miércoles 22

El impacto de la divulgación científica

Publicado el 22/04/2015

Por Sergio Marco, gerente de la consultora Everis

¿Por qué queremos divulgar ciencia? ¿Qué perseguimos con nuestras actividades divulgativas? Son cuestiones simples, cierto, pero de vital importancia, ya que son el primer paso que debemos dar antes de iniciar una actividad. Es más, siempre han de estar presentes a lo largo de todo el proceso de desarrollo de la actividad, desde su conceptualización hasta su finalización.

La respuesta a estas preguntas no tiene una única alternativa. Son muchos y diversos los motivos por los que realizamos divulgación científica. Entre ellos, cada vez cobra mayor relevancia el objetivo de despertar en los jóvenes el interés por la ciencia y la tecnología. Desarrollar las competencias STEM (Science, Technology, Engineering & Mathematics) en los niños y niñas resulta cada vez más importante para asegurar que en el futuro sean ciudadanos que puedan participar activamente y con éxito en el crecimiento y progreso de la sociedad. Por supuesto, también para favorecer el desarrollo de profesionales STEM que puedan cubrir la demanda en los sectores relacionados, especialmente en el ámbito de la tecnología, que es y seguirá siendo elevada de acuerdo con las previsiones de la Comisión Europea y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), entre otros.

Imagen: © Marcelo Isarrualde

Pero una vez tenemos claro nuestro objetivo, surge una pregunta aún más complicada de responder: ¿lo estamos consiguiendo?

Hace unos años, durante la realización de un estudio sobre vocaciones STEM de los jóvenes, preguntamos por estas cuestiones a los responsables de diversas iniciativas de divulgación científica. Todas ellas fantásticas, maravillosas, de esas que te hacen decir: «¡Quiero volver a ser un niño!». Estábamos seguros de que en esas actividades se estaban gestando «vocaciones» científicas. Era imposible no sentirse fascinado y atraído por la ciencia tras participar en ellas. Sin embargo, en ninguna de ellas se disponía de datos que pudieran corroborar esa intuición, ni tampoco si lo conseguían en mayor o menor medida, según el colectivo de jóvenes. ¿Impactamos más en las niñas o en los niños? ¿Conseguimos inspirar más a chicos y chicas de los entornos más desfavorecidos?

Y es normal: parece imposible poder determinar de una manera objetiva si una actividad divulgativa tiene algún tipo de impacto y en qué medida incrementa el interés por la ciencia de un joven. No obstante, este fue el propósito del trabajo que hemos desarrollado conjuntamente entre la Obra Social «la Caixa», la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y Everis durante dos cursos escolares: cómo capturar y medir la propensión de los jóvenes a estudiar ciencia y tecnología. ¡Y lo hemos conseguido!

En primer lugar, hemos determinado el conjunto de factores con mayor influencia en la generación de interés en los jóvenes por la ciencia (autoeficacia, imagen asignada por padres y profesores, orientación académica y profesional, etc.). Y la primera grata noticia es que participar en actividades divulgativas esta? entre estos factores; por tanto, con lo que hacemos tenemos la capacidad de incidir en el interés por la ciencia.

Imagen: © Marcelo Isarrualde

En segundo lugar, hemos integrado estas variables en un modelo estadístico que, a partir de las respuestas a un sencillo cuestionario, nos permite medir la propensión de un joven a estudiar STEM, y también cuál es su posicionamiento respecto a cada una de las variables de influencia. Y esto nos da muchas posibilidades para la mejora de nuestra actividad divulgativa.

Podemos conocer el impacto que tienen nuestras actividades en cada grupo participante, y así identificar aspectos de mejora. Podemos caracterizar al grupo antes de la actividad, sabiendo de antemano si lo más adecuado es un taller práctico de ciencia o tener contacto con un científico que les transmita sus vivencias y experiencias como profesional, por ejemplo. Podemos saber si somos más eficaces promoviendo el interés por la ciencia en chicos o en chicas, en alumnos de entornos rurales o de entornos urbanos, en jóvenes de ámbitos socialmente desfavorecidos o de niveles socioeconómicos medios y altos, etc.

El resultado del trabajo pretende ser útil al conjunto de museos y centros de ciencia, así como a todas las entidades y profesionales comprometidos con la divulgación científica encaminada a despertar en los jóvenes el interés por la ciencia y la tecnología, y por ello lo ponemos al alcance de manera abierta para todo aquel que se anime a aplicarlo. 

Más información:

Estudio sobre vocaciones científicas

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