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Sida, una cura para todos

Publicado el 29/11/2019

El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida, se identificó en 1983 y, hasta mediados de los noventa, su diagnóstico no solo implicaba una baja esperanza de vida, sino también un rechazo social debido al estigma de esta enfermedad. A partir del año 1996, se implantó la denominada “terapia antirretroviral altamente activa” (HAART), y con ella, esta enfermedad mortal se convirtió en una infección crónica para los pacientes con acceso a estos fármacos.

A pesar de los logros, el VIH sigue matando a muchas personas, ya que el acceso a estas terapias es todavía limitado. Según datos de la ONU, desde el inicio de la epidemia, en torno a 75 millones de personas han contraído la infección del VIH. En 2018 eran 37,9 millones las personas que convivían con el virus, más de un 50 % de ellas todavía sin acceso a las terapias antirretrovirales. El reto ahora es acabar con la epidemia para 2030.

Y de hecho, este 2019, ha sido un gran año para lograrlo. En abril se daba a conocer el “paciente de Londres”, el segundo caso de curación en el mundo en una investigación coordinada por el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa. Este mismo centro ha formado también parte del comité de actualización de las guías de tratamiento de la OMS y ha jugado un gran papel en la implantación de un método de prevención del VIH (PrEP) a la sanidad pública, una demanda reclamada por investigadores y centros comunitarios desde hace años.

En el grupo de Retrovirología y Estudios Clínicos (GREC) del IrsiCaixa, impulsado por ”la Caixa”, María Salgado realiza estudios traslacionales de la infección por el VIH-1 y busca nuevas estrategias terapéuticas combinando investigación básica y aplicada. Con motivo del Día Mundial del Sida hablamos con ella sobre la investigación más actual para erradicar esta enfermedad.

¿Cuál es el estado actual de la infección por VIH a escala global?

A día de hoy, más de 37 millones de personas viven con la infección de VIH en el mundo. Se trata de una cifra que va creciendo: solo en el último año, se han diagnosticado aproximadamente 2 millones de personas. En España, durante el último año se han llegado a diagnosticar 9 nuevos casos al día.

¿Cuáles son las poblaciones más afectadas?

Las poblaciones de riesgo varían mucho. En África subsahariana, por ejemplo, la infección es más frecuente en mujeres, aproximadamente un 60 %. En cambio, en España, es mucho más frecuente en hombres, aproximadamente un 90 %.

¿Cómo ha cambiado la realidad de los pacientes de sida en los últimos años?

Hace poco más de dos décadas, las personas que se infectaban tenían muy pocas esperanzas, ya que su mortalidad era muy elevada. Gracias a los tratamientos antirretrovirales, sin embargo, las personas infectadas por VIH pueden llevar una vida normal y con una esperanza de vida muy similar a la de una persona sana.

¿En qué consisten los tratamientos antirretrovirales?

El tratamiento antirretroviral evita que el virus se multiplique activamente de forma que, mientras un paciente se somete a él, no llegamos a detectar VIH en su sangre, lo cual evita el contagio a otras personas. De este modo podemos cronificar la enfermedad, pero no curarla.

¿Cuál es actualmente el principal obstáculo en la curación de la infección por VIH?

La curación la limita el hecho de que el virus es capaz de incluir su ADN en nuestro propio ADN. Permanece allí, latente en el interior de nuestras células, formando lo que nosotros llamamos “reservorios virales” que no sabemos aún identificar. De este modo, cuando se interrumpe el tratamiento antirretroviral, detectamos nuevamente el virus en sangre ya que este vuelve a multiplicarse.

Su grupo de investigación en IrsiCaixa ha estado vinculado al segundo paciente del mundo que remite el VIH, el llamado “paciente de Londres”. ¿Cómo lo han logrado?

El paciente de Londres, al igual que el conocido paciente de Berlín –la primera persona curada de VIH–, fueron dos casos excepcionales en los que una persona infectada de VIH, debido a una enfermedad hematológica, se sometió a un trasplante de células madre de un donante con una mutación en el gen CCR5. Este gen genera una proteína que se encuentra en nuestras células y que el virus utiliza como una puerta de entrada para infectarla. En ambos casos, al cambiar sus células de origen por células con esa resistencia a la infección, se consiguió curar la enfermedad incluso en ausencia de tratamiento antirretroviral.

¿Puede considerarse el trasplante de médula ósea una opción terapéutica?

El trasplante de células madre es una intervención de alto riesgo y solo está aconsejado para pacientes con problemas hematológicos graves. Han pasado 12 años entre un trasplante y el otro y esto es debido a la gran dificultad que conlleva una operación de tales características.

¿A qué retos se enfrenta la investigación contra el sida en la actualidad?

Los principales retos para acabar con esta gran infección siguen dos estrategias diferenciadas. Por un lado, se trabaja en la prevención de la infección basada en la terapia preexposicional (PrEP) para evitar el contagio de personas VIH negativas con riesgo de infección. Justo esta opción acaba de ser aprobada en España y puede conseguirse de manera gratuita en grupos de riesgo de infección. Paralelamente, se está luchando para alcanzar uno de los grandes retos a escala mundial para acabar con la epidemia de sida, el denominado “90-90-90”. Esto significa que, en 2020, el 90 % de las personas con VIH estén diagnosticadas, el 90 % de las diagnosticadas reciban un tratamiento continuado y el 90 % de las personas que reciben terapia antirretrovíral tengan supresión viral.

¿Será posible erradicar el VIH?

Los casos del paciente de Berlín y el paciente de Londres son la prueba de concepto de que la remisión del VIH es posible. Nuestro principal objetivo ahora es buscar otro tipo de terapias que, usando todo lo que hemos aprendido con los trasplantes, permitan la curación del VIH de una forma, esta vez sí, escalable a la mayoría de los pacientes.

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Categoría:

Investigación