Neuroimagen para vencer al Alzheimer
Publicado el 11/04/2018
Post del Dr. Juan Domingo Gispert, jefe del Área de Investigación en Neuroimagen. Barcelonaβeta Brain Research Center de la Fundación Pasqual Maragall.
Las técnicas de neuroimagen son nuestra principal «ventana» para entender tanto los procesos biológicos que tienen lugar durante el envejecimiento saludable como aquellos asociados a las fases asintomáticas de la enfermedad de Alzheimer. Esto es de gran relevancia ya que en las enfermedades del cerebro, a diferencia de otros órganos, es extremadamente difícil acceder a muestras de los tejidos afectados.
Uno de los objetivos principales del Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC) de la Fundación Pasqual Maragall es conocer cómo y cuándo se inicia el proceso del Alzheimer, cómo evoluciona y cuál es el mejor momento para actuar. La neuroimagen es una aliada excelente en la investigación que llevamos a cabo con el apoyo de la Obra Social ”la Caixa”.
Las diferentes técnicas de neuroimagen proveen información complementaria. Hay algunas que nos permiten ver cómo es el cerebro, es decir, si el volumen o la forma de las diversas áreas cerebrales están dentro de la normalidad o cómo cambian a lo largo del tiempo. Hay técnicas que nos permiten evaluar la aparición de lesiones y otras pueden registrar, por ejemplo, la actividad cerebral asociada a estímulos concretos o en reposo. Se puede ir aún más allá y medir cambios cerebrales a escala molecular o detectar la presencia de cúmulos anormales de proteínas.
Las principales técnicas de neuroimagen son la tomografía computerizada (CT), la resonancia magnética (MR) y la tomografía por emisión de positrones (PET). La CT fue la primera técnica tomográfica que se introdujo en la práctica clínica y nos permite obtener información morfológica muy detallada. La RM, aunque se desarrolló inicialmente como una técnica morfológica complementaria a la CT, ha evolucionado muchísimo desde que se introdujo y, actualmente, presenta una enorme versatilidad para obtener información funcional o metabólica. Finalmente, la PET presenta la capacidad de proporcionar información a escala molecular con una altísima sensibilidad, gracias a la utilización de agentes de contraste muy específicos.
De izquierda a derecha, imágenes de MR, CT y PET de glucosa de un mismo individuo, adquiridas mediante investigación en el BBRC de la Fundación Pasqual Maragall.
Gracias a esta información, hemos podido comprender mucho mejor los procesos biológicos que tienen lugar durante la progresión de la enfermedad de Alzheimer. Así, por ejemplo, hemos podido saber que depósitos anormales de proteína amiloide, que ya describió el Dr. Louis Alzheimer en los cerebros de los enfermos que estudió en 1906, pueden aparecer hasta veinte años antes de los síntomas clínicos de la enfermedad. Este largo período asintomático es ahora el objetivo de las intervenciones orientadas a prevenir la demencia. En este sentido, las técnicas de neuroimagen también nos permiten evaluar la eficacia y los efectos adversos asociados a los nuevos tratamientos experimentales. En la práctica clínica, la neuroimagen también es una herramienta clave para el diagnóstico precoz del Alzheimer, así como para el diagnóstico diferencial de las demás demencias. La neuroimagen es un campo muy dinámico en el que las innovaciones son constantes, un campo que nos abre nuevas ventanas para conocer mejor este gran desconocido que es el cerebro humano y nos ayuda a aumentar nuestra comprensión de los procesos cerebrales patológicos para así mejorar el manejo clínico de los enfermos.
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