Los fenómenos meteorológicos han influido, e influyen, en las sociedades humanas
Publicado el 20/03/2014
Por Jordi Mazon. Profesor en el Departamento de Física Aplicada de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC), especialista en meteorología y autor de varios libros de divulgación sobre el tema.
Viento terral. Fotografía: Wikimedia Commons.
Los episodios meteorológicos extremos han afectado a la sociedad y al medio natural. La dinámica atmosférica tiene un papel destacable en episodios históricos y hechos reales curiosos. Pero, ¿qué es la atmósfera? Nuestro planeta contiene una envoltura de gases, principalmente nitrógeno y oxígeno, que se extiende hasta los 10.000 kilómetros de altura, aunque es difícil y discutible establecer este límite superior. Sin embargo, el 99% de la masa de la atmósfera se concentra en los primeros 30 km. La mayor parte de los gases y las partículas que forman la atmósfera se sitúan en la primera decena de kilómetros y se concentran sobre todo en los primeros 3.000 metros. Los fenómenos meteorológicos se producen y desarrollan en la llamada troposfera, la primera de las cuatro capas en las que se clasifica la atmósfera, que llega hasta unos 18 km en la zona ecuatorial y unos 8 km en las polares. Una capa muy delgada, y frágil. Las nubes y la diversidad de fenómenos meteorológicos, así como todas las emisiones antrópicas, se encuentran confinados en esta capa.
Toda esta gran columna de gases ejerce una fuerza enorme sobre la superficie terrestre. Imaginaos una plataforma de un metro cuadrado, sobre la que ponemos un saco de patatas de 100 kg, de modo que la masa de este saco quede repartida uniformemente por toda la superficie. ¿Pondríais el pie, debajo de esta superficie? Seguramente no. La fuerza que ejerce el saco de patatas es su peso, correspondiente a 980 N (1 N es la unidad de fuerza en el sistema internacional de medidas). Pues bien, si esta fuerza ya os parece grande para que vuestro pie pueda soportarla sin problemas, no os vais a creer la que ejerce el aire sobre ese mismo metro cuadrado: ¡101.300 N! Más de 100 veces superior a la del saco de patatas. No lo parece, ¿verdad?
La variación de esta enorme fuerza atmosférica en puntos diferentes de la superficie terrestre genera el movimiento del aire y el inicio de los fenómenos meteorológicos, que tanto han influido, e influyen, en las sociedades humanas. Además, el tiempo atmosférico afecta a las personas. Por ejemplo, cuando sopla el Foehn en Suiza los crímenes y robos se incrementan, hasta el punto de que la legislación suiza prevé un atenuante en las penas cuando algunos delitos se producen bajo este viento cálido y seco. Y también afecta a los animales y las plantas: los peces pican más cuando baja la presión y nadan cerca de la superficie para encontrar oxígeno; las alas de las moscas absorben la humedad del aire cuando se acercan lluvias y, como pesan más, se muestran más paradas y pesadas; las arañas se mueven nerviosas por la telaraña, ya que esta es también higroscópica. Y determinadas flores y vegetales se abren en un ambiente seco, mientras que se cierran en un ambiente húmedo.
Si queréis saber más sobre meteorología, CosmoCaixa Barcelona celebrará las jornadas Meteocat 2014 con motivo del Día Meteorológico Mundial los próximos 22 y 23 de marzo. Además, en el marco de estas jornadas, impartiré dos talleres en CosmoCaixa para explicar la física de la atmósfera en experimentos low cost, donde explicaremos todo esto y mucho más.
Más información:
Agencia estatal de meteorología
Libro: 100 qüestions per entendre l’atmosfera, por Jordi Mazon y Marcel Costa. Cossetània Ed. (2008)