¿En qué se apoyan los médicos para proponer un tratamiento u otro contra el cáncer? ¿Cómo determinan cuál es el más adecuado para cada paciente? 

Para evaluar cómo responden los pacientes a las terapias, los expertos utilizan de forma estandarizada los criterios RECIST (Response Evaluation Criteria in Solid Tumors). Este método permite evaluar si los tumores se reducen, permanecen igual o crecen, usando pruebas de imagen como la tomografía computarizada (TC). A pesar de que la aplicación de estos criterios ha mejorado las tasas de supervivencia en oncología y es muy útil para estudiar la respuesta de tumores sólidos, no permite evaluar adecuadamente la respuesta en pacientes con metástasis en ciertas localizaciones, como el esqueleto. 

Un ejemplo de las limitaciones de los criterios RECIST se observa en el cáncer de próstata, donde las metástasis óseas, que son frecuentes, afectan entre el 8 y el 35 % de los casos en el momento del diagnóstico, y hasta el 75 % de los cánceres en estadios avanzados. 

Recientemente, el grupo de Radiómica del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), liderado por la investigadora Raquel López-Pérez, de la red CaixaResearch, publicó en la revista European Urology un nuevo marcador de respuesta a los tratamientos en pacientes con cáncer de próstata metastásico óseo. 

Mediante técnicas de resonancia magnética, los investigadores identificaron que, en casos de metástasis óseas, la disminución del volumen de células cancerígenas asociada al aumento de la cantidad de grasa dentro de los huesos es indicador de una respuesta positiva al tratamiento. 

Este descubrimiento representa un avance significativo en el método de evaluación de la respuesta a los tratamientos basado en RECIST y marca un paso adelante en el pronóstico y el tratamiento de las metástasis. La capacidad de predecir la respuesta rápidamente y ajustar la estrategia terapéutica puede suponer una gran diferencia para los pacientes. Te contamos más sobre este estudio en el siguiente hilo de X: Enlace al hilo X.