Post del Dr. Narcís Parés, ingeniero en Informática, profesor agregado del Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la Universidad Pompeu Fabra y coordinador del Máster Europeo en Sistemas Cognitivos y Medios Interactivos.

La nanoescala hace referencia a aquellos elementos que pueblan nuestro mundo a escala nanométrica, es decir, ¡mil millones de veces más pequeños que un metro! Esta nanoescala, a pesar de estar muy presente en nuestra vida cotidiana, en realidad se convierte en un concepto abstracto ante la imposibilidad de tener una percepción directa de ella. Desde el grupo de investigación en Tecnologías Cognitivas Multimedia de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) hemos conceptualizado, diseñado y desarrollado una instalación interactiva para la exposición «Tecnorevolución» de la Obra Social «la Caixa», que quiere ayudar a los visitantes a entender un poco mejor lo pequeño que es todo a escala nano. Esta instalación interactiva, llamada «NanoZoom», plantea una interacción con todo el cuerpo a través de una especie de mesa interactiva y unas proyecciones de gran formato en el suelo alrededor de esta mesa. La hipótesis detrás del diseño del sistema se basa en la idea de que nuestro cuerpo es nuestro referente constante cuando nos enfrentamos a problemas relacionados con escalas, proporciones y distancias, entre otros. Así pues, tomar el cuerpo del usuario como referente durante la experiencia interactiva debería ayudar a los usuarios a entender mejor cómo son los objetos en la nanoescala. 

El enfoque se basa en una visión contemporánea del hombre de Vitruvio gracias a la interacción de cuerpo entero. El arquitecto Vitruvio, en el siglo xv antes de Cristo, planteó que, dado que el hombre es la medida de todas las cosas (el referente de todo para el hombre mismo dentro del mundo), la arquitectura tenía que tener en cuenta las proporciones del cuerpo humano para lograr una arquitectura humanizada. Por eso Leonardo da Vinci, en el Renacimiento, elaboró ??su famoso dibujo de las proporciones humanas llamado el hombre de Vitruvio. Así, nosotros hemos trasladado esta filosofía a nuestro tiempo aprovechando las modernas teorías de las ciencias cognitivas que afirman que la interacción de cuerpo entero (o corporeizadas) pueden fomentar un mejor conocimiento de las experiencias interactivas y los entornos que en ellas se presentan.

Para verificar nuestra hipótesis, más allá de observar el éxito que esta instalación ha obtenido entre los visitantes, llevamos a cabo una evaluación experimental con sesenta y cuatro niños de entre 11 y 13 años. Este estudio comparaba el rendimiento en memoria y clasificación de objetos (que iban desde un tamaño de centímetros hasta la escala nanométrica) entre niños que utilizaban la instalación interactiva de cuerpo entero y los que, en cambio, utilizaban una versión adaptada de la instalación utilizando un ordenador de sobremesa e interaccionaban con un ratón. En este estudio observamos un mejor rendimiento en las tareas de memoria y clasificación de objetos en aquellos niños que utilizaron la experiencia interactiva de cuerpo entero. Así pues, hemos podido verificar nuestra hipótesis y ayudar a los visitantes de la exposición a entender mejor lo pequeña que es la nanoescala.