Post del doctor Miquel Barceló García. Facultad de Informática de Barcelona. Departamento de Ingeniería de Servicios y Sistemas de Información de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC).

La ciencia y la tecnología son importantes hoy en día, por eso hay que crear cuentos de ciencia. Nunca en la historia de la humanidad ha habido tal presencia de la ciencia en la vida cotidiana: coches, aviones, cine, televisores, ordenadores, teléfonos móviles inteligentes, hornos, lavadoras, robots de cocina y todo tipo de electrodomésticos. Sin olvidar resonancias magnéticas, artroscopias, ecografías y un largo etcétera de artefactos fruto del desarrollo de la ciencia y sus aplicaciones prácticas. Una demostración casi arrolladora de cómo la ciencia y la tecnología forman ya parte inseparable de nuestras vidas.

Y, sin embargo, aunque todos sabemos hoy más cosas de la ciencia que hace solo medio siglo, posiblemente habría que ser, incluso, más conscientes de ello. Por eso, estimular a la juventud, a los estudiantes de primaria, secundaria y bachillerato a pensar en la ciencia y sus consecuencias es importante. Es enseñarles a comprender, y tal vez también a querer, lo que tendrá un papel de gran importancia en su futuro.

Y lo es más si se puede hacer de manera que los niños y niñas, y también los adolescentes, gracias a tareas previas de preparación con sus maestros y profesores, puedan «trabajar» en clase varios temas de base científica y, después, pasados el estudio y la reflexión, fijar algunas de sus ideas en forma de historia o relato donde la presencia de la ciencia resulte tan evidente como lo es ya hoy para todos.

Se necesitan iniciativas estimuladoras del interés por la ciencia como el concurso «Cuentos de ciencia» que puso en marcha CosmoCaixa y que actualmente celebra su duodécima edición. Afortunadamente no es el único, pero sí creo que es el más antiguo de los que yo conozco, como el concurso de cuentos de matemáticas de la red de divulgación de la Real Sociedad Matemática Española (DivulgaMAT), el reciente concurso de cuentos sobre la luz que organiza el ICFO (Instituto de Ciencias Fotónicas) y otros que no se centran en el ámbito escolar sino que llegan incluso el universitario como el reciente concurso de ficción y ciencia de la Universidad de Málaga.

Cuando ya es evidente que la ciencia está presente en nuestras vidas de manera inevitable, afrontarla de manera a la vez formal y lúdica en concursos de cuentos que obliguen a reflexionar sobre el papel que la ciencia desempeña hoy no es solo una actividad interesante, sino del todo obligada.

No podemos ignorar lo que forma parte inseparable de nuestro día a día.